Renovar un baño sin necesidad de obras

Más de una vez hemos tenido el impulso de renovar el baño porque nos hemos cansado de verlo igual o simplemente porque estaba pasado de moda. Pero al instante hemos entrado en pánico y hemos perdido las ganas al pensar en cuánto de engorrosas son las obras. Primero por el polvo que se produce y después porque toca limpiar.


Por eso, siguiendo con la tónica del "reciclaje creativo" os presentamos una propuesta sencilla y rápida para cambiarle la cara a nuestro baño sin necesidad de poner a prueba nuestra paciencia.


Se trata de mantener los azulejos originales pero darles otra apariencia más fresca y personal. 

El resultado final es este.





Lo primero que tienes que saber es qué tipo de acabado prefieres: mate (esmaltes a base de agua) o con brillo (esmaltes a base de aceite). Los primeros tienen un acabado sin brillos. Son más lentos de secado pues para que estén secos al cien por cien, se recomienda no mojar la superficie pintada en dos o tres semanas. Pero, en nuestra opinión, presentan más ventajas que los segundos porque resisten las manchas y son lavables. Basta usar agua y jabón. Tampoco amarillean con el tiempo, no huelen y son más respetuosos con el medio ambiente. En cambio, los segundos, es verdad que se secan mucho más rápido (en 3 o 4 horas) y que resisten también la humedad pero son más tóxicos y necesitan disolventes para su lavado.

Quizás otra observación importante es que los esmaltes a base de agua ofrecen una variedad cromátican bastante reducida, a diferencia de los esmaltes a base de aceites. Pese a esto, podemos encontrar colores que se ajusten a nuestros gustos y en caso contrario, podemos pedir que nos hagan el color deseado.

Para el baño que nosotras renovamos aplicamos esmalte a base de agua comprado en Leroy Merlín, pues cuenta con una paleta de diversas tonalidades.
 
Primero dejamos bien limpios los azulejos de cualquier tipo de grasa o mancha. La limpieza de los azulejos es fundamental antes de pintarlos porque cualquier mancha de grasa en él impedirá que la pintura se adhiera, y en consecuencia, quedarán sombras y manchas.

Una vez realizada la limpieza y bien seca la superficie, le dimos dos capas de pigmentación de azulejos a base de agua de color blanco, ya que el azulejo original tenía unos motivos muy oscuros difíciles de ocultar sin estas primeras capas como se muestra en la foto. Entre capa y capa dejamos secar al menos 10 horas.









Después de asegurarnos de que las primeras capas del esmalte blanco estaban bien secas pasamos al color. En este caso, necesitamos dos manos, pero el número de capas dependerá del color seleccionado.

Una recomendación es que no utilices demasiada pintura de una sola vez y que pases el rodillo siempre en la misma dirección, ya que de lo contrario se notarán los trazos.

Por último, deja secar la superficie al menos  tres semanas y no la mojes. Después de este tiempo no tendrás problemas y podrás limpiarla y mojarla sin problemas.


¿Qué te ha parecido? ¿Te animas a compartir tu experiencia?

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